Monells, pintoresco rincón escondido en el corazón del Baix Empordà, se lleva el título de uno de los pueblos más cautivadores de toda Cataluña. Con su atmósfera medieval, calles empedradas que parecen susurrar historias de antaño, y una arquitectura que parece haber detenido el tiempo, este encantador destino te transporta a otra época.
Al llegar, dejamos el coche cerca de la
rambla del río Rissec, que como
un hilo invisible, divide el pueblo en dos barrios: el del castillo y el de la
Riera. Decidimos comenzar nuestra aventura por el primero, accesible para quienes
se mueven en silla de ruedas. Caminamos por el encantador Carrer dels Arcs, una
de las calles más fotogénicas de Monells. Las casas, que parecen sacadas de un
cuento antiguo, se alinean a lo largo de la vía, con sus coloridas arcadas que
parecen abrazar el paso de los visitantes. Y, por si fuera poco, las plantas en cada rincón añaden un toque de frescura y vida a la escena.
Poco después, llegamos al cruce con la
encantadora plaça de l’Oli, un rincón tan fotogénico que parece sacado de una
postal. Este pintoresco lugar, que antaño fue el escenario de bulliciosos
mercados medievales durante los siglos XIV y XV, guarda aún los ecos de
aquellos tiempos. El mercado de Monells no era cualquier mercado; era de gran
renombre en la Edad Media. De hecho, ¡fue tan importante que el rey Jaime I de Aragón, en 1234, decretó que la mitgera
de Monells se convirtiera en la medida oficial de los cereales para el
obispado de GIRONA (enlace a nuestra publicación)!
Seguimos nuestro recorrido por el sinuoso y estrecho Passatje Dr. Oliva, que se desvía a la derecha de la encantadora plaça de l’Oli. El pasadizo nos guía hacia la joya del pueblo: su impresionante plaza mayor porticada. ¡Qué maravilla!
En ella se respira el eco de su pasado
medieval, un tiempo de nobles y caballeros, de mercados llenos de bullicio,
castillos imponentes, barones con grandes ambiciones y reyes que dictaban
destinos.
La Plaça Jaume I es un emblemático punto de encuentro rodeado de imponentes edificios, donde cada piedra de sus fachadas se siente como parte de un cuento, que nos envuelve con una sensación única: la de haber viajado directamente a otra época. Cada rincón de la plaza invita a hacer una pausa, dejarse llevar por el ambiente medieval y sumergirse en un escenario que ha permanecido intacto a lo largo de los siglos.
Aquí debemos señalar que Monells, durante la
Edad Media, fue un pequeño núcleo rural vinculado al señorío de los Condes de
Empúries,
una familia noble que dominaba una gran parte del territorio de la región. A lo
largo de los siglos, el pueblo fue desarrollándose lentamente, pero no fue
hasta el siglo XIV y XV cuando alcanzó su mayor auge, convirtiéndose en un
importante punto de comercio en la comarca.
Los soportales que rodean la Plaza son sin
duda uno de los emblemas más distintivos de Monells. Este espacio vibrante y
lleno de historia se convierte en el escenario ideal para todo tipo de
actividades y eventos que se celebran a lo largo del año. La Plaça Jaume I, con
su encantadora arquitectura, no solo es el corazón del pueblo, sino que desde
finales del siglo XVII ha sido el lugar de encuentro para los comerciantes en
su bullicioso mercado.
Una de las anécdotas más curiosas de Monells
es que fue escenario de varias escenas de la película "Ocho apellidos catalanes". Gracias a este toque de estrella de
cine, ganó aún más popularidad, atrayendo a visitantes que querían recorrer los
mismos lugares que vieron en la pantalla grande. ¡Un pedacito de magia
cinematográfica que también dejó su huella!
En esta encantadora plaza, cada rincón
esconde un pequeño tesoro que invita a ser descubierto. Los edificios, con su
historia a cuestas, nos sorprenden con detalles fascinantes que no pasan
desapercibidos. Imagina detenerte frente a una antigua y llamativa aldaba que
cuelga de una puerta de madera, o quedarte hipnotizado por la delicada ventana
gótica de uno de los edificios que abrazan la plaza. Y no podemos olvidar el
imponente reloj solar, que parece marcar el paso del tiempo en la fachada de
otro edificio, ni la reproducción del siglo XIX de la famosa mitgera
de Monells, que añade un toque de nostalgia. ¡Una plaza que, al mirarla con
atención, te regala una historia tras otra!
Continuamos el paseo por sus encantadoras y estrechas calles buscando el Carrer Vilanova, topándonos a cada paso, antiguas edificaciones de piedra llenas de encanto, que todavía conservan la esencia de lo antiguo.
Nos quedaba ahora por conocer el barrio de la
Riera, emplazado al otro lado del río, al que nos dirigimos para conocer la Iglesia de San Ginés, patrón del pueblo. El templo actual, es el monumento
más destacado. Ya documentado en el siglo XI, conserva la cabecera románica, la
nave y el ábside gótico y el campanario de estilo barroco. En el muro
exterior de levante, dentro del cementerio, destaca una lápida sepulcral gótica
del caballero Arnau de Pontós, perteneciente a una de las familias más
relevantes de la historia de Monells.
Para terminar, no podemos dejar de mencionar
que Monells está rodeado de localidades igualmente encantadoras, como MADREMANYA, Pals, Peratallada, Palafrugell o la ciudad de GIRONA (enlaces a nuestras publicaciones), auténticas joyas monumentales
medievales. Así mismo, se sitúa a unos 30 kilómetros de la impresionante Costa
Brava, un paraíso natural donde puedes recorrer el famoso "Camino de Ronda", sendero que
bordea la costa mediterránea, conectando pintorescos pueblos de pescadores y
antiguos núcleos medievales, ofreciendo vistas impresionantes y una experiencia
única que no puedes perderte.
TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA
PUBLICACIÓN HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Cruilles,_Monells_y_San_Sadurn%C3%AD
https://catalunyaturisme.cat/es/monells/
https://www.cmss.cat/ca/visit-cmss/els-nostres-pobles/monells/
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DE GIRONA EN EL ENLACE.
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