Barruera, la antigua Vallis-Orcera (en castellano, "Valle de los Osos"), fue la cabecera del municipio de Vall de Bohí hasta 1996, siendo la localidad con más concurrencia y la tercera más habitada del municipio, por detrás de Tahúll y Bohí.
Hay pocas noticias referentes a la iglesia de Sant Feliu de Barruera. El primer documento vinculado a esta iglesia data de 1140, momento en el que la iglesia de Barruera pasa a depender de la diócesis de Urgell. Junto a las localidades de Boí, Taüll y Cardet, Barruera paso a manos del condado de Pallars Jussà y posteriormente, a los favores de la familia de los Erill, señores del valle a comienzos del siglo XII.
En Sant Feliu de Barruera encontramos elementos arquitectónicos de los dos grandes momentos constructivos presentes en la Vall de Boí: los siglos XI y XII. Esas diferencias constructivas se hacen evidentes en los dos ábsides que conserva la iglesia: el ábside del siglo XI, decorado con arquillos ciegos, bandas lombardas y con un aparejo irregular, bien diferente de los sillares del ábside del siglo XII, que corresponden al brazo del transepto del ábside sur, no está decorado con los motivos lombardos que aparecen en el central. Ese, el único motivo decorativo de que dispone es una moldura bajo el alero de la cubierta. También encontramos los dos modelos diferentes de las ventanas románicas. La ventana de doble derrame y la ventana de apertura recta.
El campanario, más austero y discreto que otros del valle, se sitúa en el muro suroeste y únicamente conserva los dos primeros pisos de la construcción románica original. En el último, más moderno, se asienta el campanario, que se cierra con un tejado de pizarra con forma de pirámide a cuatro aguas, coronado por un campanil y una cruz.
Recordaremos que el emplazamiento preferido para el pórtico en una construcción románica, era casi siempre la fachada de mediodía u oeste. Aquí este soportal, aunque moderno, presenta la fisonomía románica, con apertura por el lado oeste y sur, mientras en el lado norte, linda con el camposanto que en la actualidad está tapiada.
Frente a su entrada, una forma de pila muy despedazada, me hace pensar que pudiese ser la pila de diezmos de la iglesia, aunque no existe nada que acredite esta función más que el tamaño, la forma y el lugar donde está expuesta, que pudiese haber aparecido en algunas de las muchas excavaciones del recinto.
La entrada principal está formada por un arco de medio punto con molduras reaprovechadas de otros edificios de los siglos XIII y XIV.
En la puerta se conserva uno de los curiosos y bonitos cerrojos que encontramos en diferentes iglesias del Vall de Boí que también visitamos. Y como aquellos, decorado con motivos geométricos y rematado con la cabeza de un animal.
Las remodelaciones de la iglesia y los bienes muebles que se conservan en el interior nos muestran como los templos del valle se van adaptando a los gustos y a las necesidades de la comunidad que los ha utilizado desde el siglo XII hasta nuestros días sin interrupción.
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De sus numerosas transformaciones a lo largo de los siglos, actualmente vemos una iglesia con una única nave cubierta por una bóveda de cañón ligeramente apuntada, que descansa sobre arcos torales soportados por una serie de ménsulas. La nave está coronada al este por un ábside semicircular, conserva el brazo sur del transepto, encabezado por un segundo ábside, a modo de absidiolo, de dimensiones más reducidas. La planta inicial podría ser de tipo basilical con tres naves, pero quedó inacabada según varios estudiosos, por falta de recursos, y los trabajos se interrumpieron.
Posteriormente se abren en la fachada norte (donde destaca el pilar circular central que delimitaría la nave lateral si se hubiese construido), dos capillas, donde podemos ver sendos retablos.
En la primera capilla. encontramos una predela de un retablo del siglo XVII con imágenes de santos que llevan la palma en la mano, atributo que identifica a los mártires. Las imágenes superiores son del siglo XX, de izquierda a derecha: San Pedro con las llaves, San Antonio de Padua, franciscano con el niño Jesús y San Juan Bautista, con el cordero, en alusión a Jesús, -el Cordero de Dios-. Dos de ellas son donación de una casa del pueblo.
En el sector de la izquierda se advierte a San Bartolomé, con sus atributos, la palma en la mano y el cuchillo en la cabeza, en referencia a su martirio.
En el central San Feliu (Félix) patrón del templo su festividad es el día 1º de agosto.
A la derecha de la predela seguramente Santo Tomas, con la palma de mártir y un libro abierto.
En el marco superior del frontal de altar, está grabado el año de su realización,1818, y el suelo de esta capilla y las siguientes es de canto rodado, probablemente reciente, para hacerlo coherente a su antigüedad.
La siguiente capilla muestra retablo moderno, del siglo XX, que sigue las formas del neoclásico. En el coronamiento podemos observar el símbolo del Sagrado Corazón. Las imágenes del retablo son: a la izquierda el Sagrado Corazón, en medio San José con Jesús niño -esta fue donada por una casa de pueblo- y a la derecha San Isidro.
El presbiterio lo forma un doble arco triunfal, con el ábside semicircular con cubierta de cuarto de esfera. Como es usual en el románico, el ábside semicircular que representa la unidad de Dios, con tres ventanas símbolo de las tres personas de la Trinidad.
Es el caso de la imagen del altar mayor que representa a Cristo en la cruz a la manera del barroco, buscando mostrar de forma realista el sufrimiento y la anatomía de la figura (venas, músculos…), lleva doble corona y en la cintura en el paño de pureza o perizonium se sujeta con una gran lazada. Antes de la restauración de la iglesia formaba parte de un retablo situado en la capilla de los Dolores.
En la parte inferior a ambos lados se situaban los dos armados que sostenían un cirio encendido en la mano. El «Monumento» se velaba desde el Jueves Santo hasta el Viernes Santo. Estas dos imágenes probablemente formaban parte de un retablo que actualmente no se conserva, y podrían ser del estilo de los armados del “monumento”. Estas tallas de madera muestran un trabajo de tipo popular en el que se evidencia la voluntad de mostrar el movimiento, aunque sea mediante la disposición exagerada de partes del cuerpo y de los pliegues de los vestidos.
A la derecha, en el muro sur, se observan restos de una puerta tapiada que abriría al exterior.
Por último, mencionar que en la Edad Media, el lugar del templo donde se ubicaba la pila bautismal no era arbitrario ya que se situaba en la zona más fría y oscura del recinto, en la esquina noroeste. Esta localización tenía el valor simbólico de anunciar que el niño antes de recibir el sacramento se encontraba en las sombras mortales del pecado original y que por medio del Espíritu Santo retornaba al bautizado a la luz de Cristo. Aquí la disposición de la pila que se encuentra, en la esquina de la escalera de subida al coro, es original y románica, la estructura de madera que hay encima se puso en el siglo XVIII para proteger el agua, tenía también la función de armario para guardar los elementos litúrgicos.
TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
https://www.centreromanic.com/es/iglesia/sant-feliu-de-barruera/
https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_San_F%C3%A9lix_(Barruera)
https://www.romanicodigital.com/el-romanico/imagenes-romanico/vista-general-sant-feliu-barruera
http://www.arquivoltas.com/7-Lerida/01-Barruera1.htm
https://www.rutasconhistoria.es/loc/iglesia-de-san-felix-sant-feliu-de-barruera
http://www.jdiezarnal.com/elvalledeboibarruerasantfeliu.html
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