En el centro
de la fértil vega del río Segre se asienta Lleida, esa ubicación privilegiada
ha hecho que haya sido habitada por pueblos diversos a lo largo de la historia,
comenzando en el siglo VI a. C. por la tribu ibérica de los ilergetes. Sus caudillos más conocidos, Indíbil y Mandoni, fueron derrotados por los romanos
en 205 a. C. Iltrida pasó a denominarse Ilerda y
se convirtió en una ciudad fortificada con un importante puente de piedra sobre
el Segre. Los árabes la habitaron durante cuatro siglos y pusieron los
cimientos de la Lleida moderna, que cogió impulso con la conquista del rey Ramón
Berenguer IV y Ermengol VI
de Urgel
en 1149.La ciudad vive una época de prosperidad que cristaliza en 1300 cuando Jaime II establece
en ella el famoso Estudio General, el único centro de enseñanza superior de la
Corona de Aragón hasta finales del siglo XV. Diversos altibajos históricos han
conducido a Lleida hasta la actualidad, cuando la ciudad vive un nuevo momento
de prosperidad y expansión.
Como
corresponde a una ciudad de profundas raíces históricas, Lleida dispone de
muchos edificios interesantes. La colina de la Seu Vella define
el perfil de Lleida y es su elemento patrimonial más importante y
característico. Aquí se asienta la SEU VELLA, edificio religioso consagrado a Santa María, que fue construido
en el siglo XIII sobre una antigua mezquita de estilo románico tardío.
También se
puede contemplar desde allí una buena panorámica de la ciudad y ver los restos
del antiguo CASTILLO DE LA SUDA, palacio fortificado construido sobre la
antigua fortaleza andalusí.
Bajando de
la colina de la Seu Vella el visitante se puede perder por algunas de las
calles del barrio antiguo para ver otros edificios de interés.
Así, en la Carrer Major, que además de ser una importante calle comercial muy
animada, conserva pintorescos rincones como la Plaça de Sant Joan, una de las
más antiguas de la ciudad, y que contiene interesantes restes arqueològiques que
vale la pena visitar.
En uno de
los laterales se alza la IGLESIA DE
SANT JOAN, de estilo neogótico construida en el siglo XIX sobre un templo
anterior románico del siglo XII, que a su vez se había edificado sobre una
mezquita. Durante unas excavaciones arqueológicas, llevadas a cabo en 1975, se
hallaron restos de la antigua
iglesia románica consistentes en los fundamentos del ábside y
algunas ménsulas y capiteles que se trasladaron al Museo de Lleida, donde además,
el visitante podrá descubrir el rico patrimonio histórico que posee la ciudad.
Es de planta basilical, con tres naves y presenta una fachada neogótica con aperturas ojivales y un enorme rosetón central.
El portal lateral está inspirado en el estilo románico ilerdense.
Llaman la atención los canecillos en una cornisa que adorna el edificio.
No muy lejos
nos toparemos con restos de la urbanización medieval de la ciudad, las cases del perxes de dalt i de baix, con
una hermosa estructura porticada construida entre los siglos XIII y XVII donde
se sitúa el PILAR DEL GENERAL. Pilastra
utilizada hasta 1707 para fijar bandos o edictos de la Paeria (ayuntamiento) y
la Diputación del General de Cataluña, también para exponer a la Vindicta
Pública los reos. El busto recuerda a Luis de
Blondel de Drouhot y Dávalos, quien fue nombrado corregidor de Lleida en
1,786 y transformó profundamente la ciudad.
Allí también vemos la representación escultórica de un ángel que lleva la fecha 1759.
En el edificio de la esquina de enfrente a esta vemos otra placa que recuerda a las víctimas de la Gran Redada de 1749.
En este punto, podemos atravesar el PORTAL DEL PONT, antigua entrada a la ciudad que comunica la calle Mayor con el Puente Viejo sobre el Río Segre. Preside esta puerta (construida en el siglo XVIII), la estatua de Indíbil y Mandoni, los dos caudillos ilergitas antes mencionados, que defendieron Lleida de los ataques de los cartagineses y de los romanos y que gracias a las luchas y a las acertadas negociaciones evitaron que la ciudad fuera arrasada. Están representados como dos guerreros armados con cadenas, una lanza y una falcata (la espada característica de los ibéricos).
Seguimos
recorriendo la Calle Mayor hasta detenernos en otro bonito rincón, la plaza de
la Paeria, donde se ubica una de las construcciones monumentales más
emblemáticas de Cataluña, el PALAU DE LA PAERIA, bellísimo edificio construido a principios
del siglo XIII. En 1383, los propietarios, los Sanaüja, señores de Borjas Blancas, lo
cedieron a la ciudad para que éste se convirtiera en la sede del ayuntamiento, conocido
como la Paeria. La palabra "paer" proviene del latín
"patiari" que significa hombre de paz y tiene su origen en el
privilegio otorgado por el rey Jaime I en 1264.
Es un edificio de doble fachada: la de estilo románico civil da a la Plaza Paeria, y la otra, de estilo neoclásico y remodelación neomedieval de 1929, al río Segre.
El frontis de la primera es lo más destacado, resaltando las ventanas ajimezadas denominadas “coronelles” en catalán.
Así como los 25 canecillos con una variada e interesante iconografía.
De todos ellos llama la atención este indiscreto personaje con un recipiente o bolsa enganchada al cuello, y que también muestra su pene colgando entre las piernas.
El edificio se eleva sobre estratos de historia que los técnicos municipales y de la Universidad de Lleida han puesto al descubierto después de sucesivas excavaciones. También acoge numerosos tesoros que reflejan la identidad de la ciudad: El Retablo de la Virgen de los Paers; La Morra, cámara destinada a los reos condenados a muerte; y El Archivo Municipal y la Carta Pobla, primera constitución de los habitantes de las tierras de Lleida fechada en el año 1150.
Continuamos
nuestro paseo hacia la IGLESIA DE SANT PERE, construida en el siglo XVIII junto al río
Segre, en el lugar en el que había estado el convento de Santa Maria de Jesús.
Es de estilo barroco y en su interior se puede visitar una capilla dedicada al
beato y mártir Francesc Castelló. Durante la Guerra Civil quedó muy dañada y
fue reconstruida en 1945. La portalada barroca, proveniente del antiguo Convent
de l'Ensenyança, fue colocada aquí en 1943 por "Regiones Devastadas",
organismo que también reconstruyó el altar que fue llevado desde el Roser en
1893. Está presidida por una imagen de la
Inmaculada recatada del antiguo convento.
En la misma Plaça
Sant Francesc, vemos uno de los magníficos Edificios Modernistas de esta ciudad. Es la CASA MELCIOR, proyectada por Francesc de
Paula Morera i Gatell. De doble fachada, destacan la tribuna con vidrieras de colores,
el estucado de piedra, la carpintería, la forja y los azulejos.
La alargada Carrer Major, no deja de sorprendernos a cada paso que damos, si no es para detenernos en alguno de sus concurridos comercios, ...
... es para admirar los numerosos edificios señalados que allí se levantan, como la CAPILLA DE SANT JAUME - PEU DEL ROMEU, edificio de planta cuadrangular y pequeñas dimensiones construido en el siglo XIV. Dedicada originalmente a la Virgen de las Nieves, se alzó en época musulmana en lo que era el barrio cristiano y, en la actualidad, está dedicado al culto del apóstol Santiago (Sant Jaume). Está incluida en la ruta catalana del Camino de Santiago. Exteriormente sobresale la principal con un arco de medio punto coronado por la Virgen de las Nieves y flanqueada por dos figuras del apóstol Sant Jaume y Sant Joan Baptista (patrón del obispo de Lleida).
Junto a ella vemos la hermosa CASA MAGÍ LLORENS, construida el año 1907 por el arquitecto Francesc Lamolla Morante. Es un edificio de estilo modernista que destaca por el tratamiento artístico de la fachada. Subrayar la tribuna, los balcones y los motivos florales de piedra de la planta baja.
Y así
llegamos a la plaza de la Catedral, que cuenta con dos monumentos destacados.
El primero es la SEU NOVA O CATEDRAL NUEVA, construida entre 1761 y 1781en estilo
barroco con gran tendencia al clasicismo academicista francés, gracias a las
aportaciones de los leridanos, del rey Carlos III y el obispo Joaquín Sánchez.
Las escalinatas, con tres puertas de hierro de medio punto y torretas laterales, dan acceso a la puerta principal, que luce el escudo de los Borbones en su parte superior. El interior, entre otras imágenes, se venera a la Virgen del Blau que celebra su festividad el día 2 de febrero y, según la leyenda, debe su nombre del "blau" (morado) al hematoma que le hizo el escultor al lanzarle un martillo en la frente cuando vio, que durante uno de sus viajes, un discípulo suyo había finalizado la escultura superando con creces la capacidad artística de su maestro.
Frete a ella se encuentra el antiguo HOSPITAL DE SANTA MARÍA, construcción gótico-plateresca de los siglos XV-XVI. De la fachada situada en la calle Mayor destaca el portal y la presencia de escudos con blasones leridanos. Por su singular belleza, destaca del gótico tardío su interesante patio central, donde nace una magnífica escalinata de piedra que conduce a una galería de arcos ojivales.
Ya casi al final del también eje comercial Carrer
Sant Antoni, se encuentra el ORATORI DE LA SANG (Oratorio de la Sangre) que recibe su
nombre gracias a la congregación
de la Puríssima Sang del Nostre Senyor de Jesús de la misma ciudad.
Esta orden, mendicante hospitalera, se estableció en Lleida a finales del siglo
XIII. Con orígenes en el siglo XIII, este oratorio conserva una
interesante puerta renacentista del
siglo XVI atribuida a Gil de Morlanes, discípulo de Damià
Forment.
Contiene obras de devoción popular que encabezan los pasos de semana Santa.
Bajando por la Avinguda de Catalunya y haciendo esquina con la Av. de Blondel, nos toparemos con la CASA BARÓ. Casa de 1921 del arquitecto Joan Bergós y conocida popularmente como la Vinícola por el comercio instalado en los bajos durante años. La fachada en chaflán con miradores presenta una gran riqueza cromática.
Otro es la CASA SEGURA, edificio de estilo historicista con base medieval edificada entre 1.875 y 1.880 por el arquitecto vasco Julio Saracibar Gutiérrez de las Rozas. Lo que más sorprende son las cabezas de la tercera y cuarta planta. Según leemos, las cuatro de la tercera planta representan a los miembros de la familia de indianos que encargó el edificio. Las de la cuarta representan cabezas humanas y animales.
Otras
edificaciones que merecen una visita son el Casino Principal, de construcción
novecentista, el Palacio Episcopal y la iglesia de
Sant Llorenç Màrtir (s. XIII), la segunda más importante de la ciudad después de la
Seu Vella, de estilo románico y abundantes añadidos góticos. Otro edificio románico
interesante es la iglesia de
Sant Martí.
En el
suroeste de la ciudad se eleva la colina de Gardeny, donde se conservan muchos
vestigios de lo que fue el conjunto templario del CASTILLO DE
GARDENY, con el Centro de Interpretación de la orden de los Templarios.
Hace 500
años fueron expulsados los últimos judíos de la Lleida medieval. Tras ellos,
dejaron “La Cuirassa”, el barrio
que les permitió seguir con sus tradiciones y dotar a la ciudad de un rico
legado intelectual.
Desde su
fundación en 1862, la Academia
Mariana
ha sido un auténtico símbolo para la ciudad. El Santuario de la Patrona de
Lleida contiene varios tesoros artísticos únicos en el mundo. El más impactante
lo constituyen los 300 metros cuadrados de pinturas al fresco, que datan de
1871 y que reproducen, junto con unas vidrieras, la vida de la Virgen. Este es
el único lugar en el mundo donde se encuentra plasmada, artísticamente, la vida
de la Virgen María.
Además,
Lleida dispone de una oferta museística completa, con equipamientos
como la sala de arqueología del Institut d'Estudis Ilerdencs,
el Museo de
Arte Jaume Morera, el Centro de Arte La Panera, el Museo de la Automoción Roda Roda, el Museo del
Agua. También se
pueden visitar las Curtidurías, situadas
en el número 9 de la Rambla de Ferran, son las más antiguas de España y las que
mejor se han conservado.
La
gastronomía también es un elemento destacado en cualquier visita a Lleida, que
se erige como uno de los centros de negocios agroalimentarios más importantes
del país. En el Pla de Lleida se produce mucha fruta dulce, sobre todo
manzanas, peras, melones, sandías y melocotones. Además de eso, la cocina
del caracol tiene un gran protagonismo, ya sea cocinados a la
llauna, a la brutesca o a la gormanda, entre
otras especialidades. El Aplec
del Caragol es una cita ineludible para los amantes de las
caracoladas. Coincidiendo con la vendimia, los bodegueros adscritos a esta DO Costers
del Segre participan en la Fiesta del Vino.
Otra celebración
destacada es la fiesta de
Moros y Cristianos, que se celebra durante la primavera.
La música
encuentra su espacio en la ciudad Lleida con el Festival Internacional de Jazz, que se
lleva a cabo en otoño.
TODA LA
INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES
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https://www.catalunya.com/lleida-2-1-251207?language=es
https://www.spain.info/es/destino/lleida/
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https://www.turismedelleida.cat/es/visitar/patrimonio/casas-modernistas
https://ca.wikipedia.org/wiki/Pilar_del_General
http://elblogdelsenyori.blogspot.com/2015/06/el-pilar-del-general.html
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https://ca.wikipedia.org/wiki/Sant_Pere_de_Lleida
https://www.romanicodigital.com/sites/default/files/pdfs/files/LLEIDA_opt.pdf
https://www.turismedelleida.cat/es/visitar/patrimonio/antic-hospital-de-santa-maris
http://elblogdelsenyori.blogspot.com/2017/10/cases-singulars-de-lleida-11.html
https://www.organizotuviaje.com/espana/cataluna/que-ver-y-que-hacer-en-lerida/