ERMITA DE SANT QUIRC DE DURRO

 

La ermita de Sant Quirc se sitúa en un marco privilegiado, en la montaña de Durro, a una altitud de 1.500 metros. Su emplazamiento no es casual, sino que se trata de una marca territorial vinculada al espacio social trabajado por la comunidad y a la tradición de origen pagano de correr fallas.


















La fiesta de las fallas, que se celebra en sesenta y tres pueblos de los Pirineos y Pre-Pirineos (34 de Francia, 17 de Cataluña, 9 de Aragón y 3 de Andorra) ha sido declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en año 2000.

Con el título, "Las fiestas del fuego del solsticio de verano en los Pirineos. En el mundo rural las fiestas populares están íntimamente ligadas a los ciclos agrarios y solares. Encender fuego, símbolo del sol, y bajarlo de la montaña al pueblo sirve para purificar los campos y los bosques, y también para purificar la población y preservarla de los malos espíritus.



Durro mantiene un aire rústico y medieval, con un casco antiguo abrupto y casas que combinan el aspecto residencial con el ganadero y agrícola.

Un lugar donde seguramente ya existía algún tipo de templo anterior al cristianismo y desde donde se encienden las tradicionales fallas de Durro.


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Fue un municipio independiente hasta el año 1965, fecha en que fue anexionado a La Vall de Boí.

Tras recorrer el bonito pueblo de Durro solo nos quedaba conocer la ermita, a la que solo pudimos fotografiar desde el exterior, por lo que aprovechamos fotos de internet con descripción de detalles que esperamos no perdemos en nuestro siguiente recorrido por este magnífico valle tan rico en historia.

Es un edificio del siglo XII, de dimensiones reducidas y con aportaciones barrocas.


En su interior apreciamos la convivencia armónica de diferentes momentos artísticos, con la copia del frontal del altar románico, la imagen de estilo gótico de San Quirc y Santa Julita y el retablo barroco, obra muy valiosa que se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Imagen recogida de: httpswww.vallboi.catsitesdefaultfiles2020-03interior_ermita_durro.jpg


La santa ocupa un lugar preferente en el centro del frontal, enmarcada en mandorla y con su hijo en brazos. Ambos personajes van nimbados. En los costados y junto a la mandorla el espacio está dividido en cuatro escenas, dos a cada lado. Arriba a la izquierda, dos verdugos proceden a cortar con una sierra el cuerpo de Santa Julita desnudo de cintura para arriba. La lectura sigue al otro lado de la mandorla, arriba a la derecha donde los verdugos tratan de clavar en la cabeza de la santa unos clavos con la ayuda de sendos martillos muy bien dibujados.

El episodio continúa en el recuadro de abajo; los mismos verdugos dan golpes con sus espadas al cuerpo de Santa Julita que resiste de pie presentando diversas heridas. Finalmente el recuadro de la izquierda, abajo, presenta la escena de Santa Julita y su hijo dentro del caldero hirviendo mientras las estilizadas figuras de los verdugos tratan de sujetarles con sus espadas. El marco del frontal está decorado con motivos geométricos y vegetales.

Imagen recogida de: httpsupload.wikimedia.orgwikipediacommonsthumb33a%28Barcelona%29_Frontal_d%27altar_de_Durro_-_Museu_Nacional_d%27Art_de_Catalunya.jpg1024px-%28Barcelona%29_Frontal_d%27altar_de_Durro_-_Museu_Nacion


La puerta de entrada, compuesta por un solo arco de medio punto, con dovelas de piedra pómez, se abre en el centro del muro sur.

Imagen recogida de: httpswww.elturistatranquil.comwp-contentuploadsF108-Sant-Quirc-de-Durro-Lleida-Patrimoni-boi_durro.jpg



El campanario consiste en una espadaña de dos vanos, actualmente tapiados, del que solo se aprecia una abertura, y visibles por debajo de la actual espadaña de dos ojos.

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La nave está cubierta con una bóveda de cañón ligeramente apuntada, enlucida como el resto de decoraciones interiores, el ábside está cegado totalmente por un retablo de 1708 y el presbiterio queda ligeramente elevado respecto al pavimento de la nave.
También cuenta con un retablo barroco de inspiración popular con imágenes de San Pedro y San Pablo. Del techo cuelga una lámpara de madera de las llamadas de tipo salomón.

Imagen recogida de: httpswww.elturistatranquil.comwp-contentuploadsF111-Sant-Quirc-de-Durro-Lleida-Centre-del-Romanic.jpg

 

TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://es.wikipedia.org/wiki/Ermita_de_San_Quirce_de_Durro

https://www.vallboi.cat/es/iglesia-romanica/sant-quirc-de-durro

https://www.rutasconhistoria.es/loc/sant-quirc-san-quirce

https://www.artmedieval.net/castella/Lleida/Sant%20Quirc%20de%20Durro.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Durro

https://www.centreromanic.com/es/iglesia/sant-quirc-de-durro/

http://www.jdiezarnal.com/elvalledeboisanquirzededurro.html

https://www.elturistatranquil.com/iglesias-romanicas-de-sant-feliu-de-barruera-y-la-nativitat-y-sant-quirc-de-durro-vall-de-boi-4/#elementor-toc__heading-anchor-14

https://www.catalunyamedieval.es/ermita-de-sant-quirc-de-durro-la-vall-de-boi-alta-ribagorca/

https://gabrielanavarroravago.blogspot.com/2014/08/julita-y-quirico.html

 

 

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IGLESIA DE SANTA MARÍA DE CARDET

 

A la entrada del valle de Boí, sobre la ribera de la Noguera de Tor, se encuentra el pequeño pueblo de Cardet .

El sitio de Cardet lo encontramos documentado desde el año 1054, cuando estaba dentro del término de Castelló de Tor, que fue ocupado en el 1040 por el rey Ramiro I.

En los diferentes intercambios que hicieron los condes de Pallars Sobirà con los del Pallata Jussà en el siglo XI, la villa de Cardet, como el resto del valle, pasaron a manos de los segundos. Estos, por su parte, la donaron al linaje de los Guerreta hacia el 1070.

En el siglo XII, está documentada como alta señoría de los barones de Erill. Uno de ellos, Bernat de Erill, en 1157, antes de marchar a Jerusalén, y para la salvación de su alma, dejó en legado al abad Pere y a los canónigos del monasterio de Santa María de Lavaix, el castillo de Cardet con sus términos y pertenencias; seguramente se incluía la parroquia de Santa María.

El templo no aparece en ningún documento hasta el año 1373, en una relación de los templos que visitó un delegado del Papa, Gregorio XI

Su iglesia Santa María de Cardet, es conocida como Santa María de les Cabanasses, es el templo parroquial de la localidad.

Una construcción de reducidas dimensiones y aparentemente muy sencilla, que encierra una historia constructiva muy confusa. La parte más antigua corresponde al muro sur y parte del de poniente, datable en el siglo XI.

La actual, es románica del siglo XII, con modificaciones del siglo XVIII y pertenece al grupo de iglesias rurales románico-lombardas dispersas por este valle. Se encuentra edificada en el extremo del pueblo, en un barranco donde se asienta el ábside uno de los ábsides más espectaculares del valle. El oratorio se construyó sobre la fuerte pendiente de la montaña, aprovechando el desnivel del terreno para construir una pequeña cripta en el interior, la única de todo el conjunto.

Ninguna pared tiene ornamentación a excepción del ábside, que exteriormente está articulado en cinco entrepaños divididos por lesenas que lo delimitan, debajo del alero, el friso continuo de dientes de sierra y las arcuaciones, esculpidas en un solo sillar, en series de tres. 

Llama la atención en el primer entrepaño sur, la tercera arcuación, en la que aparece una pequeña cabeza humana que parece otear al visitante. Se abren en el lienzo absidal tres ventanas de doble derrame y arco de medio punto monolítico. El aparejo de los sillares es regular y alterna con piezas más toscas en la formación de lesenas, los muros de la bóveda están atestados de mechinales.

El referente más claro a la disposición exterior en dos pisos del ábside de Cardet es el ábside central de LA CATEDRAL DE RODA DE ISÁBENA (Enlace a nuestra publicación), de la que, por cierto, dependían las iglesias del valle de Boí. 

CATEDRAL DE RODA DE ISÁBENA

La puerta de entrada se encuentra en la fachada occidental, y fue alterada por la construcción de un arco rebajado que le redujo la altura. Está cobijada por un porche con una sencilla estructura de viguería a dos aguas, lindante al pequeño cementerio de la localidad. 

La portada presenta un arco de medio punto en cuyas dovelas aparece inciso un crismón trinitario tallado en la clave, del tipo oscense. 

Tiene su origen en los dos crismones de SAN PEDRO EL VIEJO DE HUESCA (Enlace a nuestra publicación).

SAN PEDRO EL VIEJO DE HUESCA
En el portón se conserva el cerrojo de tradición románica, característico de las iglesias de la zona.

Por encima de la cubierta hay dos ventanas de un solo derrame, y remata la fachada una espadaña de dos niveles, con dos vanos en el primero y uno solo en el segundo.

En la última restauración se ha querido mantener el interior de la iglesia tal y como era a principios del siglo XX.

Consta de una sola nave, reformada en el siglo XII con la construcción del ábside y de la bóveda de cañón que la cubría, dividida en cuatro tramos por arcos fajones y cubierta con bóvedas de arista.

Imagen recogida de: httpwww.jdiezarnal.comleridasantamariadecardetplanta01


El ábside semicircular está oculto por un retablo barroco, se accede a él por una puerta abierta en el conjunto. En el interior se venera la imagen de la Mare de Déu de les Cabanesses, del siglo XIV. En un retablo barroco del siglo XVIII con imágenes de la Virgen María (en el centro), San Sebastián y San Antonio de Padua (a los lados).

Se iluminaba gracias a tres ventanas de medio punto y doble derrame, las dos ventanas laterales fueron cegadas y la del lado sur reabierta recientemente. Por encima del nivel de las ventanas hay una imposta hecha con dientes de sierra.

En el interior se puede observar este detalle escultórico, así como la pila de aceites construida aprovechando el espacio interior del tambor absidal.

Imagen recogida de: httpswww.artmedieval.netLleidaimagesimageC12485.jpg


Aún pueden verse los escalones del arco de triunfo alterado cuando se tendieron las bóvedas. Asimismo, a la derecha del ábside se agregó a la obra original una habitación de planta irregular que funcionó como sacristía.

Y en el muro norte de la nave una capilla con un retablo barroco con imagen de la Dolorosa.

Se conservan una pila bautismal y una de agua  bendita, ambas lisas y de sencilla factura, hechas en granito.

A lo largo de sus muros un viacrucis marcado con la numeración de sus estaciones.

A los pies de la iglesia hay un coro de madera totalmente enyesado y decorado. Todas estas alteraciones y transformaciones hacen que sea muy difícil observar la estructura original del edificio, que sólo es visible al exterior.

El altar mayor original tenía un frontal interesante que se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Se trata de un ciclo dedicado a la infancia de Cristo presidido por la imagen central de la Maiestas Mariae. En estilo narrativo se suceden las escenas, de iconografía muy tradicional, de la Anunciación, la Visitación, el Nacimiento, la Epifanía, la Degollación de los Inocentes y la Huida a Egipto, todas ellas distribuidas en torno a la imagen de la Virgen y el Niño, que ocupa el espacio central, de doble tamaño que los cuatro compartimentos laterales.


En el compartimento central, dentro de la mandorla, está María, sentada sobre un taburete con un cojín y cubierto con una tela ornada con unos flecos; sostiene al Niño de forma natural, sobre su rodilla diestra, los dos de tres cuartos y no de frente, con la cabeza ligeramente girada a la derecha. Si bien lo habitual es que Jesús se sitúe sobre la rodilla izquierda. En cuanto a la representación de la mandorla, que en el arte bizantino estuvo siempre ligada a la noción de divinidad, a la persona de Cristo, en el arte románico pierde este significado riguroso y dogmático, y vemos como en la pintura catalana, se utiliza también para la figura de María. Además, la Virgen aparece nimbada y coronada como Reina del Cielo, rasgo propio de las obras del siglo xiii. La corona está adornada con flores de lis, símbolo de castidad asociado siempre a ella. El Niño, con nimbo crucífero, bendice con su mano derecha, mientras que con la otra apoya el libro sobre su pierna. En el centro del lado biselado del marco superior se lee la inscripción mater d[omi]ni.

En las esquinas, flanquean la mandorla los símbolos de los evangelistas; en la parte superior Mateo y Juan con sus nombres escritos en la cara biselada del marco, matevs y ioannes; en la parte inferior, el león de Marcos y el toro de Lucas, que llevan entre las patas sus filacterias donde se lee marcvs y lvcas.

Siguiendo el orden de la lectura de las escenas del frontal, tenemos en el compartimento superior izquierdo dos representaciones, separadas por una delgada columnilla: la Anunciación y la Visitación. En la primera, aparece María, quien en una mano lleva un libro y con la otra saluda el mensaje del arcángel Gabriel, que porta un largo cetro; a un costado, la Visitación enmarcada por columnillas. Las inscripciones correspondientes se encuentran en el bisel superior, gabrielis y el saludo ave maria y sobre el abrazo de María e Isabel, elisabet y maria.

En el recuadro superior derecho se desarrolla una doble escena, pero en este caso sin ningún elemento de separación: el Nacimiento del Niño Jesús y el Anuncio a los pastores. El unir en una misma narración estos dos episodios es tradición en obras del repertorio bizantino. Por la diferencia de tamaño de las figuras se señala cuál es la escena principal, el Nacimiento, donde la Madre de Dios aparece sobre el lecho en forma de camastro, a la manera bizantina,

 Sobre su cabeza figura la inscripción maria y, entre ella y José, –a un lado sentado con su báculo–, el pesebre, donde se lee ihs, con el Niño recostado y acompañado del buey y la mula, mientras un ángel que baja del cielo parece hacer alusión al aviso en sueños a José para que inicie la huida a Egipto. En el bisel superior aparece el nombre iosep.

Por lo que se refiere a la representación del anuncio a los pastores, su esquema compositivo es muy habitual, en este caso concreto es relevante la aparición del paisaje. Entre montañas con árboles, corderos, cabras y un perro con cuerda, el ángel se dirige a dos pastores cuya inscripción se encuentra en el bisel derecho: pastores.

En el segmento inferior izquierdo del frontal, las figuras de los tres Reyes ocupan todo el espacio; el que va al frente se dirige a la Madre de Dios y al Niño y les ofrece, medio arrodillado, su presente; el de en medio, que es el más joven, identificado con Gaspar a pesar de que no tiene inscripción, gira la cabeza hacia el tercer rey y le señala la estrella que debió estar colocada en uno de los círculos de la franja horizontal. 

Por último, en el compartimento inferior de la derecha, cerrando el ciclo, se narran los episodios de la Degollación de los Inocentes y la Huida a Egipto. Entre ellos no hay ningún elemento que los separe, tan sólo las mayores dimensiones de las figuras de José y María indican que el segundo de ellos se trata de la escena principal. La Virgen aparece con el Niño sentada sobre la mula conducida por José, quien lleva un hatillo (lio de ropa atada a un palo) sobre su espalda, que ha desaparecido, y va vestido con una túnica más corta en comparación con otros frontales. Sin embargo, la más interesante por su iconografía es, quizá, la que representa la matanza de los Inocentes, donde el rey Herodes, sentado en un bancal con un cojín, da la orden de ejecutar a los infantes, mientras que uno de sus soldados le muestra a un pequeño ensartado en su lanza, otro decapita a un inocente con la espada y un tercero da trozos de un niño a unos perros.

La lectura de esta escena ha resulta difícil porque se han perdido las figuras de los niños y las armas de los soldados, de los que tan sólo se conservan las líneas incisas de sus siluetas. Frente al tercer verdugo, una madre en actitud desesperada se rasga la túnica y, debajo de ella, sobre el bisel del marco, se alcanzan a ver unas letras de la inscripción, muy deteriorada leída como bacl. una nueva lectura en la que la primera letra no sería b sino r, con lo cual se leería rac(he)l, de significación muy clara en esta escena, pues se trata de Raquel, aquella mujer que según relata el evangelio de Mateo, al cumplirse la profecía de Jeremías, lloró y se desesperó por sus hijos, los hijos de Israel, los inocentes degollados por Herodes.

En cuanto a la técnica empleada en el frontal de Cardet, combina dos técnicas: la pintura al temple sobre tabla y el bajorrelieve de estuco en los fondos, bandas de separación y el marco. Este estuco se revestiría de láminas de estaño que se abrillantaban con un tono dorado, conocido como corladura.

Su ejecución se puede ubicar entre mediados y la segunda mitad del siglo XIII.

Además del frontal, se conserva de Cardet una viga travesera que, estaba situada en el ábside de la iglesia, pintada al temple sobre madera, adscrita al mismo círculo del antipendio y que fue adquirida por el MNDC en el año 1962, presenta en su cara superior agujeros de distintas medidas que generalmente servían para sujetar o encajar imágenes sobre el altar, figuras talladas en madera de grupos de descendimientos o de otros programas, como para colgar cruces o palomas eucarísticas. En este caso son varios, cuatro de ellos visibles, por lo que se piensa en algún Descendimiento.

La decoración que presenta la viga se encuentra en sus caras frontal e inferior, donde se pueden apreciar una serie de figuras de iconografía muy curiosa consistente en pájaros, monstruos y combate de guerreros con animales alados con cabeza humana. Desgraciadamente, no se ha conservado la totalidad de la decoración original, pues se ha perdido la ornamentación central y de las partes extremas de la viga.

Imagen recogida de: httpswww.museunacional.catsitesdefaultfilesimagesart_piecefirst_gallery37040071999-000_102984.jpg

La necesidad de salvar el gran desnivel hizo que se construyera una cripta bajo el ábside que está iluminada por una única ventana de un solo derrame. A ambos lados de ella encontramos, en sus paredes laterales, una serie de hornacinas rectangulares quizá con función funeraria y una pila bautismal, hecha en un bloque de piedra sin esculpir, en el momento de nuestra visita, una antigua vasija situada en ella.

El acceso se encuentra, en el lado izquierdo del centro de la nave, por un estrecho corredor, formado  por una nave corta que corresponde al tramo de bóveda de levante de la iglesia, con ábside semicircular en cuyo centro se abre un vano de un solo derrame.


Nos encontramos con uno de los templos más bellos del valle, aunque en él no se encontraron pinturas murales. En buena parte, su encanto viene propiciado por qué todavía se practica el culto habitualmente y por lo tanto se han conservado buena parte de sus elementos litúrgicos en buen estado.


TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Santa_Mar%C3%ADa_(Cardet)

https://www.artmedieval.net/castella/Lleida/Santa%20Maria%20Cardet.htm

http://www.jdiezarnal.com/elvalledeboisantamariadecardet.html

https://www.romanicodigital.com/el-romanico/imagenes-romanico/vista-general-santa-maria-cardet

http://www.arquivoltas.com/7-Lerida/01-Cardet.htm

https://www.rutasconhistoria.es/loc/santa-maria-de-cardet

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